19 enero 2010

Nos encontramos de pleno en el mes de Don Bosco, su Fiesta Litúrgica es el 31 de enero. Hoy “El Cariño” a su forma.



Ángel León/1Actualidad y NCSUR/DonaldPress

Enero es el mes que, sin duda alguna, la Familia Salesiana lo dedicamos a Don Bosco, el fundador de la Congregación Salesiana y como el que no quiere la cosa va transcurriendo este mes de enero y nos acercamos a su Fiesta Litúrgica que, la celebraremos Dios mediante el 31 de enero. Me vais a permitir queridos amigos que desde hoy, os brinde una serie de entregas en la que con un marcado “acento salesiano” iremos acercándonos una vez más, a la figura entrañable de un cercano Santo que, se ha ganado a pulso, el ser considerado y reconocido a nivel mundial, como “Padre y Maestro” de la juventud, San Juan Bosco, se adelantó en su tiempo y por la gracia de Dios, hizo la gran Obra Salesiana. Iremos tratando y matizando, un lenguaje muy propio, del marcado “Carácter o Carisma Salesiano” hoy hablamos y nos centramos en el gran “Cariño” que desde los primeros momentos demostró a los jóvenes desvalidos:

Cariño


•Toda persona tiene necesidad de ser amada, con mayor razón el muchacho que está preparándose para el futuro, porque toda persona es fruto de un acto de amor de Dios. Don Bosco lleva a los muchachos una sonrisa que está impregnada de aquel amor y quiere que lo sepan.

«¡Cuánto tenía que amarlo!» dicen de Jesús que llora por el amigo Lázaro. La mirada sobre la gente que tanto subrayan los evangelistas debía ser comunicativa de una conmoción que parte de lo profundo. El sentimiento es cosa buena, es la palabra del corazón. “Que los muchachos se sientan amados”, dice Don Bosco, “no debe ser un deseo, sino una realidad. La atención cordial que tiene para cada muchacho, sin distinción entre tunantes* y virtuosos, ricos y pobres, se mueve en el gran cauce del amor de Dios para quien amar es «caridad educativa», traducción en términos humanos del modo de Dios que es «lento a la ira, rico de misericordia, etc.». Y busca el bien de todos porque es un amor que no es fin de sí mismo, sino salvación.

Infinitas cosas que despachar, siempre en movimiento, pero frente a los muchachos Don Bosco se detiene, habla, se informa, aconseja, hace un poco de camino con ellos, los escucha, tiene la frase expedita* y simpática: un cariño concreto, sin montón de flores sentimentales, que va derecha al corazón de los muchachos y a sus problemas. El respeto que tiene por ellos elimina la llamada sonrisa funcional, o representación teatral de teatro, la astucia maliciosa que se aprovecha de las personas. Ama los dones que Dios ha puesto en ellos, sabiendo mirar a los muchachos a partir de lo bueno que tienen, valorizándolo. Cuando llama a los primeros jóvenes a ser salesianos colaboradores suyos, en su propuesta la estima y la confianza: los ha mirado con afecto, ha entrado en lo profundo, ha captado su «normalidad» y la ha valorizado llevándolos a creer en sí mismos, con alegría.

Queridos jóvenes, les estoy acompañando hacia el mañana que está delante de ustedes; no busco ningún interés sino la alegría de saber que se encaminan con confianza en el camino de su vida. He creído y creo en todos ustedes, he arriesgado y arriesgo tras pensarlo bien porque Dios es generoso en conceder sus dones, y yo les he ayudado a descubrirse y a ponerse en marcha. Éste es el amor de Don Bosco hacia ustedes, impedir que se cierren en ustedes mismos, hacerles tomar conciencia del «tesoro» que son, y cuando me han visto sonreír es porque les veía crecer en este conocimiento. Les he dado mi amistad, se la he transmitido con la palabra, la mirada, al encontrarlos en el trabajo, al hacerlos parte de mi vida. Si alguna vez me han defraudado, lo he olvidado porque se han recuperado. Les he querido y les quiero mucho.
Diálogo con Don Bosco -
 Don Bosco, en los diccionarios la palabra cariño está presentada como «inclinación afectuosa» para indicar una forma de amor respetuoso, no invasivo*, que rodea a la persona de afecto y atención. Es la simplicidad del sentimiento puro y fuerte que tiene raíces en el amor de Dios. Ayúdanos a liberarnos de oropeles* arrogantes o banales para estar en la sencillez de corazón como has enseñado y en la que has creído. - Don Bosco, el bien presente en todo muchacho vale el compromiso necesario para llevarlo a crecer en la confianza de un valor suyo personal único e irrepetible. En este tiempo de urgencias educativas, haz que ningún padre o educador se deje desanimar por los fracasos eventuales, sino que sepa encontrar, con la ayuda de Dios, la fuerza necesaria y una renovada convicción para amar. - Don Bosco, el sentirse amados es el impulso necesario y vital para realizar algún proyecto que lleve a una opción de vida madura y consciente. Haznos capaces de darnos siempre cuenta de esas chispas de amor desinteresado que a veces provienen de los encuentros más casuales e inesperados. Mensaje Queridísimos, cuando entran en una iglesia salesiana la mirada va a buscar aquella cara bonachona que les sonríe desde un altar: parece casi una cita. Don Bosco ha sido un amigo, un confidente y, como saben, la amistad no conoce distancias ni de tiempo ni de lugares. Sonríanle, es hermoso. Háblenle. Entender palabras * tunantes: pillines, bribones, granujas. * expedita: pronta y libre. * invasivo: invadir, irrumpir sobre el otro. * oropeles: cosa de mucha apariencia y poco valor.

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