04 abril 2009

Rafael Pérez Castillo, nos revela el Misterio de la Lanzada, un Compromiso con el Mar y todo un mensaje de Esperanza.

Ángel León/Rafael Pérez Castillo/DonaldPress

Hoy nos vamos a situar en el Martes Santo de la bella ciudad de Ayamonte y quien mejor que, para situarnos y desvelar hasta un gran misterio que, nuestro gran amigo, escritor y noble pregonero, Rafael Pérez Castillo. Nos ha narrado, como se vive la Cuaresma, de las Visperas de la Semana Santa, el Domingo de “Señas”, el Lunes Santo y hoy como os vengo avisando, nos va a revelar “El Misterio de la Lanzada, un Compromiso con el Mar". Y este día también, es todo un Mensaje de Esperanza.
La Esperanza que es lo ultimo que debemos perder, pero que fácil de decir es, cuando no tenemos problemas. Pero los problemas son, se me viene en este mismo momento al pensamiento, aquello tan hermoso y bonito que, yo mismo he analizado en modo de “Reflexión en Voz Alta” aquí en este portal, sobre una de las “Máximas” o flores espirituales de nuestra querida Santa Ángela de la Cruz: “No hay nadie que viva sin cruz y el que huya de una, encontrará otra mayor”, la que tenía y la otra que se crea el mismo, con no saber aceptar, las cruces que cada cual posee. Pues eso mismo ocurre con los problemas que, quien huya de uno, encontrará otro aun mayor. Pero por muchos problemas que tengamos, no podemos perder la Esperanza, una de las virtudes teologales." Y Esperanza es también una de las advocaciones más bonitas y hermosas de la Santísima Virgen".
Yo voy a terminar este prologo, porque creo que estarán deseosos ya de poder leer, esta nueva entrega de nuestro gran colaborador y amigo Rafael Pérez Castillo.


EL MISTERIO DE LA LANZADA,
UN COMPROMISO CON EL MAR



Cuando la Semana Santa está viva, no es cuestiónde un compromiso heredado, que también, pero lo fundamental es si su arraigo en el pueblo tiene fuertes anclajes de fe y religiosidad, entonces hay temas transversales que afluyen por cuestiones de belleza, de realización, de planificación de la salvación según los esfuerzos del hombre y, en general, de entrega a Dios y dedicación en el desarrollo de los principios que expresan y exigen las Hermandades.






Recordando las actividades gremiales y en el sentir de presentar el oficio de la mar como vía para estar al lado de Cristo en el recuerdo de su Pasión, Ayamonte tiene un Martes Santo perfectamente definido y como nacido en el gremio, preparado para navegar en busca de Jesús Marinero.
La Real, Antigua, Ilustre y Fervorosa Hermandad y Cofradía de nazarenos de la Sagrada Lanzada y María Santísima de la Esperanza del Mar, con sede en el Templo de San Francisco, constituye hoy un grupo de acción en el que se ha enrolado una población marinera de la hermosa Barriada de Punta del Moral y forma la tripulación de sus dos pasos desde el inmenso honor de ser sus costaleros.
La Punta del Moral, barriada por excelencia, marinera, trabajadora del mar, es una perfecta Cofradía de pescadores que tiene su “pasión” diaria entre olas y mareas, vaivenes del Atlántico que, si bien es abundante y variada despensa a veces, también se ha excedido en el cobro de sus prestaciones arrancando, en muchas ocasiones, al padre, al esposo, al hijo, de los brazos de quienes lo amaban. Tierra de extraordinarias voces, es, en la actualidad, protagonista de un Certamen de Saetas cuando llegan estas fechas: “Saetas del Moral”.
¡Con la mirada en la Virgen del Carmen se va el marinero a la mar!
Deja el cariño en el aire, como la vida; por eso para él hay un Martes Santo de Esperanza ocupado por esta antigua Cofradía y Hermandad, que fue fundada en 1918 y que, en sus dos altares de desfile, cuenta de forma vocacional y entregada, con el esfuerzo y el sacrificio que aporta la juventud de la Punta del Moral.

Supone una tremenda penitencia el ser costalero de esta Cofradía, porque su primer paso, paso de misterio que ahora está en fase de terminación, es probablemente el de mayores dimensiones de la Semana Santa ayamontina. Increíble escenificación del momento en que Longinos abre el costado del Redentor. Todas las imágenes son obra de ayamontinos: el Cristo de las Aguas, Nuestra Señora del Buen Fin, y Longinos a caballo, de Don Antonio León Ortega. San Juan Evangelista es de Don José Vázquez Sánchez y María Magdalena de Don Prudencio Navarro Pallares. El valor de todo este conjunto es incalculable. Destaca su imagen central, el Cristo de las Aguas, del que se dice que su atrevida y arriesgada postura es el fruto del desplome que durante la noche, por su propio peso, sufrió el boceto de lo que luego iba a ser el Crucificado.

Especial emoción tiene el momento de la llegada de la Cofradía a las rejas del Convento de las Hermanas de la cruz, justo enfrente, monumento a Santa Ángela como recuerdo de su estancia en Ayamonte y, allí mismo, un coro de voces espontáneas, dulcifica “su Salve” en un escenario de silencio que otrora es zona de expansión y solaz de nuestros jóvenes.
En las puertas del Convento está la Esperanza del Mar – imagen de Luis Álvarez Duarte – bajo palio verde en cuyo techo un medallón ovoidal, lleva una pintura de la Virgen del Carmen, obra del ayamontino Manolo Giráldez. Si eso es pintar, la gloria está en sus manos; pero su humildad es enorme, como su arte.
La noche pasional del Martes Santo, en Ayamonte, pone en escena una Hermandad que ha pasado por muchas subidas y bajadas, como las mareas. Hubo una época en que salió de la Parroquia de las Angustias, también lo hizo en distinto día, el miércoles Santo. Procesionó sólo con el paso de misterio, se le cuentan importantes noches de lluvia…; pero ahí está: una Hermandad cargada de juventud y criterio en cuya fundación estuvieron presentes ayamontinos de renombre.
La madrugada es la encargada de cerrar las puertas de “San Francisco” y sobrecoge la imagen de los “marineros” al salir de los pasos. Sudor que otras veces viene cuadriculado por las mallas de las redes que entrecortan las aguas del mar, y que esta noche ha sido dedicado a su Hermandad.
¿Cuál será el mensaje?
¿Es verdad que hay un secreto decir que hace mantener la Esperanza?
Si fuéramos capaces de inventar una oración de mares y espumas, de altares y laudes, de amor y Esperanza, los ayamontinos, después de ver en la noche del Martes Santo a esta Hermandad por sus calles, y sentirla dentro de sus corazones, y ver la postura rendida de un Cristo que se deja crucificar por nosotros, con el aliento herido por la lanza, elevaríamos al costado de Jesús esta plegaria:
Enamórate de Ayamonte
y cántale al mar.
Verás el rubor del cielo
en el río donde el sol arde.
No apagues su llanto,
su color es nuestra sangre.
Así que los penitentes desfilaron con su túnica negra y capa y capirucho rojos, firmando una magistral entrada en Tribuna Oficial, donde se repitió el rezo cantado de la Salve, y donde Ayamonte se cargó de emoción cuando el Cristo de las Aguas y la Esperanza del Mar se volvieron al Atlántico.

Rafael Pérez Castillo(240309) .

Fotos: ArchivoDonaldPress/mojarrafina.blogia.com

Si estas en Sevilla hoy puedes ver La Hermandad de El Sol, La Hdad del Cautivo de Torreblanca y la Hdad. de El Divino Perdón. Feliz Semana Santa a todos y por supuesto Feliz Pascua de Resurrección, si Cristo muriera para no Resucitar, estariamos ante un Cristo Muerto y estamos ante un Cristo Vivo. Aqui se repite nuestro mensaje de Esperanza.

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